miércoles, 16 de julio de 2008

El aroma de las hierbas y flores frescas en el campo, el jardín, el jarrón, la cocina o el baño, activan nuestros recuerdos y los convierten en eventos imborrables... placenteros o dolorosos.

Las yerbas aromáticas que integramos a la cocina como especies o condimentos; en la medicina verde, como tinturas, tizanas, tés, infusiones o vaporizaciones; modifican la dimensión del momento o evento y estimulan nuestra recuperación imprengnándonos de un sencillo y agradable placer en su uso y disfrute.

En cosmetología, aromaterapia, perfumería, masajes, alimentos y bebidas es el pan nuestro de cada día.

Ciertos aromas calman la ansiedad, respiramos con profundidad, liberamos la tensión, recuperamos la energía, disminuimos el dolor o gozamos del aroma de un buena comida, bebida o perfume; generalmente unido a un buen momento de la vida, que al volver a percibir ese aroma arrastra consigo el recuerdo...

Yerbafina